martes, 9 de julio de 2013

Una reflexión sobre tantas malas noticias


Últimamente se está convirtiendo casi en rutina desayunar con una nueva noticia sobre recortes, empeoramiento de las condiciones de trabajo, aumento de la inestabilidad de interinos y un largo etcétera.
Como ejemplo lo que hoy me ha acompañado con el café:
http://soypublica.wordpress.com/2013/07/08/que-trabajen-otros-pero-gratis/

Es fácil imaginar la sensación que esto puede producir tanto en los aspirantes como en los interinos, que no pueden menos que pensar que esto supone el fin de la educación pública y que sus posibilidades de conseguir la tan ansiada plaza se convierten casi en una utopía. Es entonces cuando los foros y redes sociales se llenan de mensajes de pesimismo y frustración.

Yo por naturaleza soy de los que siempre ven la botella medio llena, actitud que creo que me ha beneficiado mucho a lo largo de mi vida, y cuando leo todos estos comentarios derrotistas no puedo más que pensar que muchas veces necesitamos tener una perspectiva más global de todas las informaciones y una lectura desde la distancia.
Es verdad que la situación por la que estamos atravesando es mala, malísima. Los recortes y el aumento de horas, aparte de dejar a un gran número de interinos en paro, ha hecho que las plantillas se hayan ajustado hasta los niveles de hace tres o cuatro años atrás.
Pero todo esto más que un fin lo que está suponiendo es un “reseto” del sistema, es decir, un paso atrás para iniciar de nuevo el camino. Y esto no es porque lo quieran así nuestros queridos gobernantes, sino porque por mucho que quieran recortar, privatizar o como diantres le quieran llamar, el profesorado no es algo prescindible. Las aulas seguirán teniendo niños, hay una gran previsión de jubilaciones para los próximos años, así que como siempre ha ocurrido, unos saldrán y otros nuevos entrarán.

Lo que tenemos que tener claro son tres cosas:

- El aumento de dos horas nos ha hecho retroceder en cuanto al número de profesorado y que muchos interinos se hayan quedado sin trabajar, pero una vez reajustadas las plantillas el sistema vuelve de nuevo a avanzar de forma inexorable y nuevas plazas irán apareciendo

- Estamos en un periodo de transición, previsiblemente se cambiará la ley, sistema de acceso y temarios (aunque como he dicho en otro post esto no pasará para las oposiciones del año que viene). Son cambios, los tenemos que asumir y nos tenemos que adaptar a ellos. El sistema de oposición de los últimos años era algo excepcional  donde aprobar el examen de oposición era muy asequible incluso para gente que apenas había estudiado. Ahora volveremos a un examen  más duro, donde el factor suerte se reduce a su mínima expresión y el factor de preparación y estudio toma una dimensión más real.

- El que se embarca en esto no tiene que tener nunca como meta ser interino, nunca. La plaza debe ser el único fin y para lo que tenemos que trabajar, esforzarnos y dedicar gran parte de nuestro tiempo. Tardará más o menos, pero el que se prepara al final la consigue. Acomodarse en la interinidad no puede más que traer inestabilidad y una situación donde  no vas a tener el control de tu vida, estarás un año en un sitio y al siguiente en otro distinto.

Yo siempre suelo decir en las clases que en la preparación no hay grises, o es blanco o es negro. A la hora de ponerte a preparártelas no se puede aspirar a llevar la mitad del temario, mitad del práctico y más o menos bien la programación. El objetivo tiene que  ser conocer en profundidad el temario, práctico y legislación, y a partir de ahí ponerse a trabajar para llegar lo más lejos posible. Si algo resulta difícil no se deja, se le dedica más tiempo hasta que se domine.

Resumiendo, por muchas malas noticias que aparezcan se tiene que tener claro que esto no se para, se puede ralentizar, pero plazas seguirán saliendo y hay que trabajar para cuando venga la oportunidad.

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